Tiene como objetivo conseguir que las salidas de un sistema se acerquen lo más posible a las entradas deseadas, para obtener un proceso correcto. Existen dos maneras de cumplir con ello: Sistemas en lazo abierto y Sistemas en lazo cerrado. Éste último se realiza sin la con una retroalimentación y sin la intervención de agentes externos, a diferencia del primero.
El sistema de control tiene tres componentes básicos e importantes, estos son:
Un ejemplo sencillo y claro para entender los Sistemas de lazo ABIERTO es el siguiente:
El sistema de control de la dirección de un automóvil
Otro ejemplo que implica un sistema de control es el siguiente: